2013
Pasado Meridiano
Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez, Zacatecas, México

La obra de Teresa Velázquez se alza como una de las más complejas e inteligentes en el contexto de la pintura contemporánea mexicana. Realizada bajo los acordes de una paciencia y una minuciosidad inusuales, el trabajo de esta artista es en conjunto una suma de ejercicios retóricos cuyos orígenes están en el mismo catálogo de gramáticas que definen lo pictórico.

Es importante resaltar que su pintura responde a asuntos que van más allá del tema representado: mera excusa para problematizar conceptos tales como el reflejo en tanto definición misma de esta técnica artística; la luz como un mecanismo de visualización, sobretodo sensible, y la sombra en tanto una manifestación extrema, que reta nuestra capacidad de ver como espectadores y para la artista, de representar el límite de la oscuridad total. Otro de los argumentos de este trabajo se encuentra en el intento por traducir a los principios de la pintura, asuntos cuya enunciación son un problema de índole más conceptual que imaginativo, más literario que visual: el paso del tiempo o la fragilidad de un momento suspendido de la realidad cuya riqueza, paradójicamente, es de una plasticidad inmensa.

En este sentido, la estrategia artística de Teresa Velázquez se fundamenta en la exploración y en la investigación de estos escenarios discursivos, desde unas obras cuya manufactura es de una extrema rigurosidad. Es interesante advertir como ha indagado en ámbitos de la imagen tan diversos, desde una pintura figural hasta una abstracción muy escrupulosa. Lo relevante es que en todas ellas, lo que subyace a su evidente habilidad, es una compleja y renovada argumentación desde una sensibilidad muy contemporánea sobre las clásicas figuras retóricas de la pintura.

Carlos Palacios

Teresa Velázquez