2013 | 03 | 31
"Por ignorancia y dolo se han cerrado espacios a la pintura"

Periódico La Jornada
Domingo 31 de marzo de 2013, p. 4

Por Merry MacMasters

Ya que en los pasados 12 años han cerrado espacios a la pintura, por ignorancia y por dolo, Teresa Velázquez alza la voz para pedir a las autoridades culturales que abran las puertas de nuevo a una disciplina cultivada por miles de artistas en México.

La pintora, que acaba de inaugurar la exposición Pasado meridiano en el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez, en Zacatecas, externa la necesidad de “un espacio para la pintura en el que podamos exponer con periodicidad lo que hacemos, individualmente o con apoyo institucional. Cada vez nos cierran más los espacios. En los museos de Arte Moderno y Tamayo Arte Contemporáneo se han reducido, por eso fue la lucha por mantener la Bienal de Pintura Rufino Tamayo, el último reducto que nos quedaba para ver el panorama de todo el país respecto de la pintura contemporánea.

Urgen muchas bienales, asegura la entrevistada, para quien no estaría nada mal crear una de pintura abstracta con el nombre de Manuel Felguérez.

Existen otras razones para exponer. Premio de Adquisición en la 12 Bienal Tamayo, de 2004, e integrante del Sistema Nacional de Creadores, Velázquez habla de su experiencia como tallerista y conferencista en los estados: Es increíble la cantidad de personas talentosas que buscan un capital cultural para generar en pintura la obra que necesitan ver. La educación pictórica empieza por ver pintura. Como escuché decir al maestro Ignacio Salazar: la pintura no es imagen, la pintura es pintura. No puedo educar a las personas para que sepan ver y hacer pintura si no tienen espacios para apreciarla.

La vez anterior que Velázquez expuso en México fue hace siete años, en el Museo de Arte Moderno. En 2009 lo hizo en el Instituto Mexicano de Cultura de San Antonio, Texas. La labor de Felguérez en el museo que lleva su nombre, al igual que la de los Coronel (Pedro y Rafael) en Zacatecas, Francisco Toledo en Oaxaca y Tamayo, le hace decir que es momento de que las instituciones consideren que los pintores tengamos incidencia y participación en las decisiones de política cultural.

Acota: Hemos pensado en la posibilidad de hacer un observatorio con los artistas o creadores de varias disciplinas, o de todas, que daría seguimiento puntual a las decisiones que toman las instituciones culturales, al colaborar con ellas más de cerca.

Pide algo más consensuado, colegiado, democrático.

Un grupo de pintores, del que forma parte Velázquez, ya se reunió con la titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), María Cristina García Cepeda, para exponerle nuestra preocupación respecto de lo que pasó con la Bienal Tamayo, nuestra insistencia en que continúe como tal, y que la pintura tenga presencia en la escena artística.

La entrevistada también ha solicitado a la Coordinación Nacional de Artes Plásticas del INBA, a cargo de Mónica López Velarde, que Pasado meridiano itinere a otras partes del país, incluida la ciudad de México, y que “ésta coordinación empiece a hacer realmente vinculación cultural, igual que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Agradecemos mucho el apoyo que nos da para la producción de la obra, pero sería necesario que nos proporcionaran espacios para que el resultado de su apoyo, digamos, recursos económicos y materiales, se diera y así completar el circuito: las personas pagan (con sus impuestos) eso, entonces, que lo pueda disfrutar. No nada más que lo paguen y que nadie sepa a dónde fueron esos recursos.

Velázquez describe Pasado meridiano como un diálogo entre lo figurativo en el abstracto y viceversa. La exposición está integrada por 20 cuadros diferentes formatos, pintados al óleo en los seis años recientes, y pertenecen a colecciones particulares.

El proyecto inicial consistió en constatar cómo integrar datos visuales extraídos de la realidad empírica en composiciones ficticias; se puede contemplar la relación entre todos los seres respecto de la forma de experimentar: tiempo, espacio y movimiento. Esto sucedió cuando un material concreto, por ejemplo, la arena, al procesarse compositivamente, se volvió algo cósmico o de significación visual abstracta, conservando ambas facetas, algo que las identifica como pertenecientes a una misma unidad.


Teresa Velázquez